Δευτέρα, Ιανουαρίου 01, 2007

kataras ipairas thuriakos ostiurpes pasaš ešaši hemänk anthur...

El soldado íbero de Thuria vuelve bajo la luz de la luna a la casa en el bosque con la mujer. La campaña contra los hombres bestia del otro lado de las montañas ha terminado. Los Altos Señores de Auskanthas han vencido una vez más y han permitido a sus auxiliares volver a sus aldeas y pueblos.

Viscanio regresa a Thuria, cerca del mar, y allí podrá abrazar de nuevo a su mujer. La guerra es terrible pero necesaria. Sin ella no habría paz después. Ni habría orden.

Los Altos Señores perduran pero ya declinan. Muchos se fueron a la Isla del otro lado del Gran Mar y ya no vuelven.

Auskanthas se diluye. Y él guerrero lo sabe.

Esta noche besará a su mujer. Y de nuevo notará que si existe la paz es porque ellos, los Altos, velan día y noche.

Pero cada día son menos. Y no está lejos el día en que abandonen las ciudades, incluida la hermosa Auska, y entonces el mundo conocerá la terrible noche.

Ese día no debería llegar nunca, piensa Viscanio, pero ellos se van.

¿Qué será de nosotros?¿Qué será del mundo?

1 Comments:

Blogger Asier G. said...

Qué bonito!! Me encanta! Eres bueno, muy bueno, jaja.
Bienvenido de nuevo! jeje

09:27  

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